11-06-2010
PRESIDENTA DE MODELBA- MODA DEL BICENTENARIO
PRESIDENTA DE LA ASOCIACION ARGENTINA DE LA MODA
PRESIDENTA DE CONPANAC
Estimados
Sinceramente, cada día que pasa siento que nos estamos envolviendo en una decadencia que nos sumerge en una gran incertidumbre, y los responsables somos nosotros mismos.
Una vacuidad de ideas gobierna los espacios en los que deberíamos administrar mejorar las posibilidades que tenemos como País y potenciar desde los recursos humanos la generación de procesos productivos, mejorar la cadena de valor, y los recursos económicos con eficacia y si bien todos los que estamos compartiendo esta editorial, Paolo mismo que nos está convidando a reflexionar, sabemos que en el fondo, la ignorancia de la gente es, la que nos lleva a estar como estamos, no somos suficientes para cambiar lo que nos está pasando porque en algún punto los que miramos un poco más allá, no somos comprendidos por nuestros pares institucionales y se pierde eficacia en el reclamo.
Muchas veces me planteo : Por qué no podemos hacer que nuestra comunidad tenga una comunicación efectiva y una armonía entre pensamiento - acción y visión.
Solo se acrecienta el desgaste permanente de un sistema en decadencia.
Los cercanos al poder están lejos de pensar en el bien de la gente y las ideas carecen de subsistencia.
La participación en las instituciones no es tan efectiva, y frente a las realidades que nos toca vivir (la inseguridad por ejemplo) mucha gente tiene miedo de dar su tiempo luego del trabajo para dedicarlo al activismo en su sector, porque al llegar a su hogar corre el riesgo de ser asalto si oscurece y vive lejos y entonces no participa, no se compromete, no se interesa, no hace nada.
Las proyecciones que como empresas y como profesionales se podrían hacer para ayudar a los demás y generar oportunidades de trabajo genuinas, se centran en unos pocos, que todavía soñamos un mundo mejor, y que estamos institucionalizados.
Pensándolo bien, sigo creyendo que somos parte de la solución, pero somos también el problema, porque en algo, claro, estamos fallando, no contamos con la fuerza suficiente para marcar la diferencia y quizá debamos hacer autocrítica y preguntarnos si no hemos pensado en que a lo mejor nos falta estrategia.
Me duele mi País porque pienso que podríamos ser mejores personas si viviéramos en un sitio más grato. Ojalá que en un examen profundo de conciencia, algo surja de entre nosotros, o bien de aquellos que pueden tener influencia sobre las masas, en los medios y en vez solo de divertir y hacer reír o convertirse en opinólogos de turno como pasa con algunos programas que sin embargo, nos marcan los gustos y tendencias del público (lo cual es bueno tener en cuenta) y pudieran también hablar de estas realidades y hacer pensar a la gente, tal vez se abriría un horizonte al diálogo constructivista dentro de un espacio de opinión y de debate.
Lo más probable es que la gente siga evadiendo realidades mediatizando personajes, antes que hacerse cargo de generar fuentes de trabajo y progresar individual como colectivamente para que el conjunto de la Argentina en toda extensión merezca las mismas y mejores oportunidades para todos. Creo en el cambio pero sin compromiso no existe.
Diarios de interés
El Cronista - Management y RR.HH.
jueves, 17 de junio de 2010
NOTA DE CRISTINA AMALIA LOPEZ
11-06-2010
PRESIDENTA DE MODELBA- MODA DEL BICENTENARIO
PRESIDENTA DE LA ASOCIACION ARGENTINA DE LA MODA
PRESIDENTA DE CONPANAC
Estimados
Sinceramente, cada día que pasa siento que nos estamos envolviendo en una decadencia que nos sumerge en una gran incertidumbre, y los responsables somos nosotros mismos.
Una vacuidad de ideas gobierna los espacios en los que deberíamos administrar mejorar las posibilidades que tenemos como País y potenciar desde los recursos humanos la generación de procesos productivos, mejorar la cadena de valor, y los recursos económicos con eficacia y si bien todos los que estamos compartiendo esta editorial, Paolo mismo que nos está convidando a reflexionar, sabemos que en el fondo, la ignorancia de la gente es, la que nos lleva a estar como estamos, no somos suficientes para cambiar lo que nos está pasando porque en algún punto los que miramos un poco más allá, no somos comprendidos por nuestros pares institucionales y se pierde eficacia en el reclamo.
Muchas veces me planteo : Por qué no podemos hacer que nuestra comunidad tenga una comunicación efectiva y una armonía entre pensamiento - acción y visión.
Solo se acrecienta el desgaste permanente de un sistema en decadencia.
Los cercanos al poder están lejos de pensar en el bien de la gente y las ideas carecen de subsistencia.
La participación en las instituciones no es tan efectiva, y frente a las realidades que nos toca vivir (la inseguridad por ejemplo) mucha gente tiene miedo de dar su tiempo luego del trabajo para dedicarlo al activismo en su sector, porque al llegar a su hogar corre el riesgo de ser asalto si oscurece y vive lejos y entonces no participa, no se compromete, no se interesa, no hace nada.
Las proyecciones que como empresas y como profesionales se podrían hacer para ayudar a los demás y generar oportunidades de trabajo genuinas, se centran en unos pocos, que todavía soñamos un mundo mejor, y que estamos institucionalizados.
Pensándolo bien, sigo creyendo que somos parte de la solución, pero somos también el problema, porque en algo, claro, estamos fallando, no contamos con la fuerza suficiente para marcar la diferencia y quizá debamos hacer autocrítica y preguntarnos si no hemos pensado en que a lo mejor nos falta estrategia.
Me duele mi País porque pienso que podríamos ser mejores personas si viviéramos en un sitio más grato. Ojalá que en un examen profundo de conciencia, algo surja de entre nosotros, o bien de aquellos que pueden tener influencia sobre las masas, en los medios y en vez solo de divertir y hacer reír o convertirse en opinólogos de turno como pasa con algunos programas que sin embargo, nos marcan los gustos y tendencias del público (lo cual es bueno tener en cuenta) y pudieran también hablar de estas realidades y hacer pensar a la gente, tal vez se abriría un horizonte al diálogo constructivista dentro de un espacio de opinión y de debate.
Lo más probable es que la gente siga evadiendo realidades mediatizando personajes, antes que hacerse cargo de generar fuentes de trabajo y progresar individual como colectivamente para que el conjunto de la Argentina en toda extensión merezca las mismas y mejores oportunidades para todos. Creo en el cambio pero sin compromiso no existe.